martes, 29 de mayo de 2012

EN LA MEDIDA DE LO POSIBLE


“Luchad y puede que murais. Huid y vivireís. Un tiempo al menos. Y al morir en vuestro lecho, dentro de muchos años, ¿no estaréis dispuestos a cambiar todos los días desde hoy, por una oportunidad, solo una oportunidad de volver aquí a matar a vuestros enemigos? Puede que nos quiten la vida, pero jamás nos quitarán ¡¡LA LIBERTAD!!” (Arenga de Williams Wallace)

Ayer leí la entrevista que el ex presidente de Chile, Sr. Patricio Aylwin dio al diario El País. Fue leerla y llenarme de rabia, leerla y morderme la lengua, leerla y llorar de vergüenza e indignación. No sé cuál será la razón por la que muchos después de sentarse en algún sillón de poder pierden toda autocrítica y hasta perspectiva histórica y empiezan a creer que están sobre el bien y el mal, no por nada los antiguos romanos se encargaban de recitar al oído de los guerreros que entraban victoriosos a la ciudad “recuerda que eres mortal, recuerda que eres mortal, recuerda que eres mortal” claro, es porque tal parece que el poder obnubila.
Mucho paño hay que cortar sobre lo que pasó, lo que dicen que pasó lo que hicieron unos y otros en el gobierno de la Unidad Popular o si fue bueno o malo el gobierno, pero convengamos en que hay algunas verdades irrefutables, le guste a quien le guste y le disguste a quien le disguste:
1.- El Gobierno del Presidente Salvador Allende  Gossens fue legítima y democráticamente elegido.
2.- El Gobierno del Presidente Salvador Allende Gossens terminó abruptamente debido a un golpe de Estado.
3.- Luego del golpe de estado hubo 17 largos años de Dictadura.
Soy de las personas que creyó que habíamos ganado en el plebiscito de 1988, grité eufórica de alegría en las celebraciones del triunfo del No. Yo creí que era la manera pacífica de arreglar el problema  y a pesar de todo (ese a pesar de todo da para otro artículo) voté por Aylwin porque confiaba que los líderes de la oposición al Dictador compartían la idea de país que esperábamos y estaban en contra no solo de Pinochet, si no de todo el modelo que él representaba. Yo defendía la vía pacífica para sacar al dictador.
Aylwin con su célebre frase “En la Medida de lo Posible” comenzó a  enterrar la alegría que pensábamos había llegado, esa por la que tantos murieron, por la que tantos sufrieron, por la que a tantos se les rompió la vida.  Yo también fui de aquellas personas que defendió la frasecita pensando que era necesario un gobierno de transición, Pero uno pues oiga!!  No todos los gobiernos de la Concertación.
A medida que fue pasando el tiempo empecé a sentir una incomodidad en la que no quería reparar, porque es duro aceptar que una se ha equivocado. ¡Cuanta ingenuidad derroché en aquellos tiempos!
Cuando miro hacia atrás siento tristeza e impotencia. Los gobiernos de la Concertación gobernaron en la medida de lo posible, y eso significó tranzar todo por lo que tanto luchamos. El modelo económico, educacional, de salud, etc no tuvieron grandes cambios, al contrario, se profundizó el modelo. Crecimos económicamente, ¿crecimos? Más bien algunos (los de siempre) crecieron, y muchos se quedaron mirando. La protección social se transformó en asistencialismo puro, y empezamos a confundir caridad con justicia. Para qué hablar de la justicia en el tema de crímenes cometidos en dictadura.
Hoy miro nuestra sociedad y francamente no veo como volver atrás, el modelo neoliberal ha permeado todas nuestras actividades colectivas e individuales, y ahora sí que es difícil reformar lo establecido, porque los cambios necesarios y de justicia son absolutamente radicales, cuando podíamos no se hizo, ¿por qué?, ¿para cuidar qué?. Por temor, por cobardía, por proteger intereses personales, por evitar un nuevo golpe de estado… por la razón que sea, a la luz de la historia hoy miro el gobierno de Aylwin, su frase pusilánime “En la Medida de lo Posible” y recuerdo la arenga de William Wallace en la película Corazón Valiente. Pienso en lo perdido, en lo tranzado, en lo claudicado por gobernar en la medida de lo posible… pienso en lo violenta que es la brecha entre ricos y pobres en este país, en lo violento que es nuestro sistema educativo discriminador y clasista, en lo violento que es nuestro sistema de salud discriminador y clasista, en lo violenta que es una sociedad con valores neoliberales en los que se están criando nuestros hijos. ¡Eso sí que es violento!
Con todo, miro atrás y me digo, don Pato, ¿porqué no se quedó calladito mejor? Usted con sus declaraciones removió tremendas heridas y recuerdos de tejado de vidrio. ¿Por qué no se quedó callado?, mire que hay hartos que al mirar atrás ya no lo apoyaríamos, somos muchos los que pecamos de ingenuos, somos muchos los que estariamos dispuestos a cambiar todos los días desde hoy, por una oportunidad, solo una oportunidad de volver atrás la historia y dar la vida por no claudicar nuestros ideales. Y que nos  quiten la vida, pero que jamás nos quiten ¡¡LA LIBERTAD!!”

miércoles, 9 de mayo de 2012

El PENECENTRISMO de los Hombres


Hace tiempo, y por muchas razones me da vueltas este tema, tengo varias razones para creerlo, pero lo que me contó una amiga viene a ratificar mis absolutas sospechas, los hombres son absolutamente penecéntricos. ¿Se rié, lo duda? ¡es en serio! A continuación expongo algunas historias que fundamentan mi afirmación.
1.- Una amiga mia tiene una hija de 6 años y un hijo de 4, se separó cuando su hijito tenía 8 meses, en su departamento vive ella, su hija, su hijo y su nana, el papá de los niños está fuera del país, por lo que casi no ve a los niños y ella no tiene hermanos varones. Hace 2 semanas llevó a los niños a control con el pediatra, cuando le contó a su hijo que lo llevaría al médico se dio más o menos el siguiente diálogo:
Niño: ¿por qué tengo que ir al doctor?
Madre: porque a mi me interesa que estés sanito, entonces te llevo a control, porque te cuido y te quiero
Niño: ¿pero que me va a hacer el doctor?
Madre: te va a revisar, te va a pesar y te va a medir
Niño: ¿qué me va a medir?
Madre: la estatura, para ver cuánto estás creciendo
Niño: ah… ¿y me va a medir la cabeza?
Madre: sí, te va a medir la cabeza
Niño: ah… ¿y me va a medir los brazos?
Madre: todo mi amor, te va a revisar entero para ver que estés sanito
Niño: ah… ¿y me va a medir las piernas?
Madre: si mi amor, ya te dije que todo
Niño: ah… ¿y me va a medir el pene? Porque yo quiero tener un pene ¡bieeeeen graaaande!

Esta historia es absolutamente verídica, ¿de dónde saca un niño de 4 años que vive con puras mujeres una idea así?, ya lo dije, los hombres son penecéntricos, y es genético.
2.- Por los hombres he sabido de los jueguitos en colegios de varones en que concursan por quién tira el pipí más lejos. El que gana se siente el más viril, el más Bakan (como dicen los lolos) y obviamente que aquí participan aquellos que creen “lo tienen grande” ¿Me va a decir que eso no es ser penecéntrico? La verdad es que esta “destreza” no le traerá admiración femenina, tiran lejos su orina, pero no son capaces de achuntarle al wáter, pffffffff
3.- En Febrero transmitieron en el cable un programa en donde hablaban de un actor porno que tenía un miembro de 33 cms. Me enteré por twitter del programa porque yo estaba de vacaciones, guatita al sol. Los hombres twitteaban cosas como “ídolo”, “quién como él” y las mujeres twitteaban “que susto”, “yo saldría arrancando” y cosas por el estilo. La media diferencia en las apreciaciones ¿ve? Los hombres son Penecéntricos.
4.- ¿Se ha dado cuenta que los hombre le ponen nombre a su pene, o le dicen “el niño”? tratan a su falo como a una persona con vida propia, como a un siamés que va con ellos a todas partes, pero como a un hermano al que cuidan con esmero, al que aman e idolatran, ¡incluso le hablan! No se ría, es cierto, hablan con su pene como que éste los escuchara… (“te portaste muy bien”, “no me vayas a dejar mal”, “eres un campeón” etc) Al menos yo nunca he escuchado a una mujer con esta conducta hacia sus genitales, o por lo menos es poco frecuente.
5.- Se erige como centro en nuestra ciudad un inmenso edificio que más que edificio parece un monumento fálico, de seguro el arquitecto de esa cosa es hombre. ¿Han mirado ese edificio del señor Paulmann? En serio que me da algo de pudor saber que ya no serán la torre Entel, o el cerro San Cristobal los referentes de altura en la capital de Chile, si no un enorme, un descomunal, un exorbitante pene de concreto… ¿acaso eso no es penecentrismo puro? (dicho sea de paso, tengo la teoría que aquellos que andan por la vida construyendo estas cosas tan grandes, o se compran enormes autos, lo hacen por aminorar el complejo que les causa su verga diminuta. Saque sus propias conclusiones acerca del edificio mencionado).
Podría dar más ejemplos, pero creo que con los entregados queda de manifiesto el claro penecentrismo de los hombres, sin embargo, y aunque no es el tema de este artículo, no quiero desaprovechar la oportunidad de escribir unas líneas acerca del tamaño (punto al que los hombres le dan demasiada importancia), miren ustedes hombres que leen esto, de verdad que no sacan nada con tenerlo grande, dominar el hilo de orina, hablarle tiernamente a su miembro, construir monumentos al pene o bautizar diarios con su nombre…  si no han aprendido a usarlo sexualmente nada de eso vale la pena. Si en realidad quiere tanto a su “niño” no lo malcríe, edúquelo, no puede trabajar solo, enséñele que hay manos, boca, piernas etc. con los cuales debe hacer equipo, es parte de un cuerpo, el de usted, no es un “otro”. En serio que un hombre con un gran pene que duerme en los laureles de su dotado tamaño es tan chasco como aquel hombre de miembro pequeño que justamente por ello es tan tímido que se limitó en el aprendizaje, porque partió pensando que el tamaño es una limitante.
Que ganas de seguir hablando de esto, sin duda da para un próximo artículo (¿querrán los lectores que lo escriba?), además… uf, uf… como que me dio calor… y temo ser censurada jijiji

miércoles, 2 de mayo de 2012

¡SOCORRO! Una adolescente en mi casa


Hola, soy Marta y tengo una hija adolescente.
Escribo este artículo buscando contención  emocional entre las muchas madres que pasan por el duro trance de vivir con una hija entre 14 y 16 (aunque me han contado que el tiempo oscuro dura hasta como los 18, nooooooooooo).
No sé bien como pasó, mi niña un día me dijo buenas noches y al otro día se levantó y toda la ropa le quedaba chica… ahí empezó mi suplicio… es que a nadie le enseñan a ser madre, menos de otra mujer, menos de una que ha vivido una vida tan distinta a la de una…
Voy a tratar de explicar bien lo que me pasa, es que me siento atacada en muchos frentes, me desarma esta situación y por eso recurro a ustedes.
El primer conflicto vino cuando no estuvimos de acuerdo en algo, yo traté como siempre de explicarle como a una niña, con historias de cuando yo era chica, pero ella sin compasión alguna me dijo que no podía entenderlo porque ella no había vivido esas cosas. Balde de agua fría, me echó en cara de una vez y sin anestesia la inmensa brecha generacional, y no es de edad, es de mundos absolutamente distintos, porque claro, yo vi TV en blanco y negro, en mi infancia no había computadores ni mp3, 4 o 5 (ya ni sé en qué número van), yo escuchaba radio AM en un aparato que tenía perillas, y de lola, lo más moderno que tuve fue un personal estéreo. No existía el TV cable, por ello estaba obligada a ver los monitos animados y series que los apenas 3 canales que se veían bien desde mi TV quisieran poner y en los horarios que se les antojara. Mi generación no tomaba bebida gaseosa, a lo más los domingos, o en alguna celebración compartíamos los ¾ de litro que traía la botella de vidrio. Digo estas cosas y se me vienen a la mente mil más, todo un abismo de diferencias entre el mundo que ha vivido mi hija y el que viví yo, claro, difícil entenderse cuando provenimos de mundos tan distintos, difícil empatizar así… ¿cómo entiendo a alguien que estudia y busca información en internet mientras escucha música, baja canciones, habla por MSN con 15 compañeros a la vez, actualiza su facebook, twittea y hojea su cuaderno a la vez? , a veces sospecho que mi hija es una extraterrestre, es que nadie puede ser tan múltiple… yo ocupo el computador, pero con más de 7 pestañas a la vez me tupo y si le agrego 2 conversaciones de chat al unísono ¡colapso! No, así nadie puede…
Hasta hace muy poco nosotras éramos bien compinches regaloneábamos mucho, hablábamos largamente, veíamos TV abrazaditas, etc. De repente pasó que no le gustan más las mismas películas que a mí, me pidió que no le comentara sus fotos en facebook, tiene una vida social que me cansa de solo verla entrar y salir y bueno, me cansa también en mi rol de chofer (que para eso si me necesita). Lo cierto es que ahora cuando me acerco a ella, cuando la quiero regalonear o contarle algo o preguntarle algo ella no tiene tiempo, si no está estudiando (nada que decir, ella es top en sus notas) está leyendo (se lleva horas en eso) o está ensayando una canción, o tiene ensayo con su banda, o se va a la academia de canto, o tiene junta con sus amigas del colegio, o reunión del fans club, o le está haciendo clases de Inglés al vecinito de enfrente (así se gana sus pesos) o anda organizando alguna cosa, en fin, ya lo dije, me cansa…claro que justo cuando soy yo la que está muy ocupada a ella le viene un lapsus de amor absoluto por mí, y en una suerte de regresión casi es otra vez mi niñita de antes, con absoluta ternura me busca y me abraza, me besa y le baja una locuacidad interminable, quiere conversar conmigo y yo entiendo que no puedo moverme aunque el mundo esté cayendo, porque si lo hago me enrostrará que no le doy tiempo por unos 15 días más o menos. La tiranía de los adolescentes, hablan cuando ellos quieren y hay que aprovechar esos momentos pues después vuelven al mutismo rotundo e impenetrable por tiempo impredecible en el que otra vez una se siente un estorbo.
Se acerca a mí y me amedrento, no puede ser que tenga 14, ¡yo a esa edad medía la mitad que ella! Ah no y lo peor es que cuando hablamos ella me da argumentos tan sólidos que trago saliva por orgullo pero también, tengo que decirlo, por vergüenza. ¿Cómo crestas se le hacen entender las reglas de la casa a alguien que te argumenta con tanta vehemencia y fortaleza sus posturas y decisiones? Chuta, es difícil, en un arranque de infinita creatividad se me ocurrió un día decir que a mí nadie me había preguntado si estaba de acuerdo con detenerme en la luz roja, pero por el bien común necesitamos reglas para convivir, la cama se hace miéchica y no hay discusión. (Con eso he mantenido la fiesta en paz por ahora, paso el dato por si le sirve a otra mártir que esté pasando por este trance)
Para que les cuento lo del lenguaje, no, si yo puedo aprenderme la jerga, aunque ella ría diciendo que no la sé ocupar bien, pero hoy en día las palabras no significan lo mismo y me pierdo… lo primero es tratar de entenderlos porque tal como decía la canción (que por cierto ellos no conocen) “les da pereza abrir la boca” entonces hablan todo arrastrado y hay que ponerles mucha atención, no solo eso, además le cambian el sentido a las palabras, usan de muletilla el cómo, todo es cómo, nada es en realidad, y todo es demasiado, sin la connotación de excesivo “te amo demasiado amiga” “te queda demasiado bien esa falda”
Una vez llegué a la casa y ella estaba vestida con mi jeans preferidos y mi chaleco regalón, ¡¡horroroso!!, no sólo le quedaban bien, si no que ¡¡le quedaban muuucho mejor que a mí!! No hay derecho señores y señoras, la compasión es un valor que las adolescentes no conocen, su presencia hermosa, grácil y segura es un permanente recordatorio  de que ya estoy en la mitad de la vida (tomando en cuenta de que la esperanza de vida al nacer de las chilenas es de 85) y que el mundo en que viví ya no existe.
¿Qué me acuerde de cómo era yo a esa edad? Claro que me ponía pesada y llorona, pero yo sabía que los refrigeradores no venían llenos, planchar mi blusa y jumper era mi responsabilidad y no se podía discutir eso, o sea, a mi ni se me ocurría discutir eso, no había opción y punto.
Al menos mi hija no es de pasar en fiestas, no fuma, no bebe y no me levanta la voz, y todavía me dice mami (el día que me diga “viejita” fallezco)
El asunto es que es difícil, se me hace difícil y creo que ella y todos los adolescentes son unos plomos, tiranos, y poco compasivos con sus pobres madres y padres que están confundidos con estos cambios tan repentinos y radicales. Pucha… era tan lindo cuando yo era todo para ella, cuando lo que yo decía era ley, cuando me miraba con admiración y me seguía sin necesitar explicaciones… no es el hecho de que haya descubierto que no soy perfecta, ¡es que me lo enrostra! No es tanto problema que pida le explique cada decisión pero ¿es necesario que ella contra argumente sobre todas las cosas? ¡Hay cosas que son no más y punto por la miércale! Me encanta que sea tan bella, joven y todo lo que se ponga le quede bien pero… ¿tiene que ser tan sincera y representarme la grasita que se me ve sobre la pretina del pantalón?, ¿tiene que lanzarme frases así como: mami, te queda súper, pero  te ves como corta, como que te falta cintura… ay mami, ¡pero no te enojes! Puedo soportar que hable en lenguaje ininteligible, pero que no se moleste porque no le entiendo o porque le pido que me repita lo que dijo, puedo muchas cosas, sobre todo amarla, amarla y amarla, pero que no me pida que sea su amiga, porque yo siempre seré su madre (chanfle la cuestión difícil oh!)
Gracias por leer mi catarsis, y si están pasando por lo mismo, mi más sincera solidaridad y bueno, ayudándoles a sentir, ya saben, sólo es por unos pocos años…uf